
En este espacio, la luz se filtra a través del cristal, revelando las texturas del ladrillo y la madera. La mesa, testigo de conversaciones, refleja la serenidad del entorno, mientras la escultura evoca una elegancia que desafía el tiempo. Un rincón donde el arte y la vida se entrelazan.
En este espacio, la luz se filtra a través del cristal, revelando las texturas del ladrillo y la madera. La mesa, testigo de conversaciones, refleja la serenidad del entorno, mientras la escultura evoca una elegancia que desafía el tiempo. Un rincón donde el arte y la vida se entrelazan.